Quieres entrenar, pero no sabes por dónde empezar:
- La falta de movimiento dificulta conciliar el sueño, tienes problemas para dormir y falta de energía por la mañana.
- Quieres cuidar tu cuerpo durante momentos de estrés, ansiedad o apatía.
- Te cansas rápidamente, sientes falta de aire.
- Has intentado entrenar por tu cuenta, pero fue difícil, incómodo y lo abandonaste